Puede que hayas escuchado hablar del ácido fólico y del folato activo, qué es la forma activa del ácido fólico, y es completamente normal que tengas dudas al respecto ya que puede ser un tema complejo. Pero en este blog vamos a explicar el porqué de este debate de forma sencilla.
¿Qué es el ácido fólico/folato?
Podríamos decir que tanto el ácido fólico como el folato son vitamina B9. La diferencia es que el ácido fólico es la forma sintética de esta vitamina, es decir no se encuentra en la naturaleza. Y, por tanto, lo encontraremos en los alimentos fortificados y como suplemento. Sin embargo, los folatos son la forma en la que se encuentra esta vitamina en los alimentos.
¿Y qué es la vitamina B9? La vitamina B9 es un micronutriente esencial, esto significa que debemos adquirirlo a través de la alimentación, ya que nuestro cuerpo no lo puede sintetizar. El embarazo es una etapa en la que las necesidades de folato van a estar aumentadas.
Esto se debe a que durante el embarazo vamos a poner a trabajar a nuestro cuerpo. Este creará nuevas células para el crecimiento y desarrollo de nuestro bebé y para crear una nueva célula el ADN se va a tener que replicar y en este paso tan importante es donde entra el ácido fólico/folato.
¿Por qué suplementarse?
La recomendación actual es la suplementación con ácido fólico/folato diaria. Esto se recomienda:
- A las mujeres que estén en búsqueda de embarazo, al menos un mes antes de la concepción. Idealmente entre 1 – 3 meses.
- Mujeres embarazadas, también en el postparto y lactancia. Se recomienda la suplementación con ácido fólico/folato durante toda la gestación, más adelante explicaremos por qué.
La importancia de la suplementación de esta vitamina se debe a que el déficit de folatos puede afectar al correcto neurodesarrollo fetal, pudiendo provocar defectos del tubo neural. Es decir, defectos congénitos del cerebro, columna vertebral y médula espinal. Uno de los más comunes sería la espina bífida.
“Tomar un suplemento de ácido fólico/folato antes y durante el embarazo reduce la posibilidad de ciertos tipos de defectos de nacimiento”
Algunos estudios también relacionan el déficit de folatos con una inadecuada formación de la placenta. Esta inadecuada formación de la placenta podría aumentar el riesgo de preeclampsia, parto pretérmino y restricciones del crecimiento fetal e incluso riesgo de desprendimiento de placenta. Estas complicaciones se deberían a los elevados niveles de homocisteína, causada por la deficiencia de folato.
Además, hay estudios que relacionan niveles bajos de folato y altos de homocisteína con la depresión postparto.
En resumen, la suplementación periconcepcional protege contra anomalías estructurales fetales, como los defectos del tubo neural. Pero también defectos cardíacos congénitos y fisuras orales. Y datos recientes sugieren que podría disminuir el riesgo de parto prematuro, preeclampsia…
Tradicionalmente se recomendaba la suplementación con ácido fólico/folato durante los 3 primeros meses de embarazo, es decir hasta las 12 semanas, ya que es cuando el tubo neural ya estaba formado. Pero tras su relación con la inadecuada formación de la placenta y el riesgo de preeclampsia entre otras complicaciones ya mencionadas se recomienda tomar durante toda la gestación.
La dosis recomendada es de 400 microgramos, es decir 0,4 miligramos. Bien es cierto, que hay mujeres a las que se les va a recomendar dosis más elevadas. Por ejemplo, mujeres con antecedentes de defectos del tubo neural, mujeres con obesidad, mujeres diabéticas…
¿Puedo conseguir las cantidades adecuadas de esta vitamina mediante la alimentación?
En situaciones de normalidad mediante una dieta equilibrada y variada se puede conseguir una dosis adecuada de folato. Sin embargo, durante el embarazo y la lactancia las necesidades de folato van a estar aumentadas. Esto va a exigir un aporte extra, que lo conseguiremos mediante la suplementación. Ya que es extremadamente difícil conseguir unos niveles óptimos de folato durante el embarazo con la alimentación.
El ácido fólico se puede encontrar en el hígado de pollo o cordero, yema de huevo, verduras de hoja verdes como la espinaca, hortalizas como la zanahoria y la calabaza, legumbres como los garbanzos y lentejas… Además de los alimentos fortificados o enriquecidos, es decir que se le ha agregado esta vitamina, como por ejemplo panes enriquecidos, cereales, harinas, pastas, arroz…
¿Y por qué actualmente se habla de ácido fólico VS folato activo?
El ácido fólico se toma por vía oral y tiene una muy buena absorción a nivel intestinal. Hasta aquí todo funciona perfectamente. Pero tras esta absorción, el cuerpo lo debe metabolizar, es decir debe hacerlo funcionar en nuestro cuerpo.
Para que esto ocurra el ácido fólico se convierte en 5-MTHF. Para esto se van a realizar diferentes pasos, siendo el último la enzima MTHFR la que lo va a convertir en 5-MTHF = forma biológicamente activa.
El 5-MTHF es la forma fisiológica predominante de folato que se encuentra en la sangre y en sangre de cordón umbilical.
Se ha visto una relación entre los defectos del tubo neural y la cantidad de folato dentro de los glóbulos rojos. A medida que aumenta el folato que está dentro de los glóbulos rojos disminuye el riesgo de defectos del tubo neural.
Es decir, lo importante es la cantidad de folato que hay dentro de los glóbulos rojos y no el folato circulante. Para que el folato llegue a estar dentro del glóbulo rojo, este debe de estar en su forma activa. De ahí viene la importancia del folato activo.
Ahora nos encontramos ante dos opciones:
- Tomar ácido fólico: forma inactiva que mi cuerpo puede activar
- Tomar folato activo directamente. Estas son algunas de las formas en las que lo puedes encontrar: folato, folato activo, L-metilfolato, 5-MTHF, metiltetrahidrofolato, quatrefolic…
Y puedes pensar a qué viene este debate si llegamos al mismo punto. Pero la verdad es que muchas veces no llegamos al mismo punto y ahora explicaremos por qué.
- El cuerpo humano tiene un límite en su capacidad de metabolizar ácido fólico a DHF, uno de esos pasos que tiene que hacer el cuerpo para convertirlo en su forma activa.
Es decir, por encima de un determinado nivel, aproximadamente >200 mcg/día, parte del ácido fólico puede pasar a la sangre sin cambios.
- Las mutaciones del gen MTHFR.
Este gen va a ser el encargado de que la enzima 5-MTHRF lo convierta finalmente en su forma activa. Esta enzima va a estar disminuida en ciertas poblaciones debido a los polimorfismos, es decir a variaciones naturales del gen.
Dentro de los polimorfismos que afectan a este gen se calcula que a nivel europeo hay una frecuencia de 30 – 40% de heterocigosidad, es decir con una parte alterada, esto significa que va a haber una actividad moderada, es decir una actividad del 65%. Pero dependiendo del tipo de alteración la capacidad de metabolización será distinta.
Además, hay una frecuencia del 10 – 15% de homocigosidad, es decir va a tener las dos partes alteradas, lo que provoca que esta población tenga un riesgo alto de no poder conseguir el folato activo necesario. En estos casos se estima una actividad de sólo el 30%.
Es decir, aproximadamente la mitad de la población gestante no va a poder conseguir la cantidad de folato activo necesaria, ya que la actividad de esta enzima va a estar disminuida.
Cuando se suplementa con la forma activa, las personas con alteraciones en el gen pueden disponer de suficiente folato activo para las necesidades del organismo. Esto se debe a que el 5-MTHF, es decir la forma activa y producto final, no necesita metabolizarse. Esto es relevante en un momento de alta demanda como es el embarazo.
- Los niveles de homocisteína.
El folato activo va a ser necesario para pasar de homocisteína a metionina
¿Y qué pasa si no hay suficiente cantidad de folato activo?
La reacción homocisteína – metionina se va a parar, por lo que la homocisteína se va a acumular en la sangre. Llegando a unos niveles elevados de homocisteína.
Existen pocos autores que hayan calculado los valores de normalidad durante la gestación, pero valores superiores a 10,9 mmol/l durante el embarazo se considera hiperhomocisteinemia. Esta se relaciona con déficit de folato, vitamina B12 y B6 entre otros.
Y centrándonos en el embarazo la homocisteína elevada es un factor de riesgo trombótico y diversos estudios la relacionan con alteraciones vasculares de la placenta, pudiendo provocar una insuficiencia placentaria. Esto puede producir abortos de repetición, restricción del crecimiento fetal, preeclampsia, desprendimiento de placenta… Además de ser factor de riesgo para la infertilidad.
Si hay valores de homocisteína elevados suplementar con folato activo sería una adecuada estrategia para regular estos niveles.
Por todos estos motivos la recomendación va a ser el folato activo (metil-folato). Lo podéis encontrar escrito de muchas formas como ya hemos comentado. La dosis convencional sería de 400 mcg.
En caso de factores de riesgo, alteración del gen MTHFR o embarazo gemelar te recomendamos consultar con tu personal sanitario de referencia para personalizar la dosis, pues podría ser necesario una dosis más elevada.
Queremos enfatizar que desde BOOM Matronas no tenemos ningún acuerdo con ninguna marca comercial y que no se obtiene ningún beneficio económico con la publicación de este blog.
BIBLIOGRAFÍA:
Mother To Baby | Fact Sheets [Internet]. Brentwood (TN): Organization of Teratology Information Specialists (OTIS); 1994–. Ácido fólico | Folato. 2022 Jan. PMID: 35951986.
Homocisteína y gestación Eva-Llúcia López-Quesadaa , M.a Antonia Vilasecab y Santiago Gonzáleza